sábado, 14 de mayo de 2011

CARTA DE UNA ABUELA A SU NIETO


Querido nieto:
El otro día tuve una experiencia religiosa increíble y que quiero compartir contigo
Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía: "TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS".
Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegué aun cruce que estaba muy concurrido, con muchos vehículos, La temperatura exterior era de 37º y era la hora de salida de las oficinas.
Allí me quedé parada (porque el semáforo estaba en rojo) pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado. No me dí cuenta que la luz se había puesto en verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas... ¡Fue maravilloso!
La persona que estaba detrás de mi auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba: ¡¡¡por el amor de Dios...!!!. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y les saludaba con la mano a través de la ventanilla, totalmente emocionada.
Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular lenvantando sólo el dedo medio de la mano. Le pregunté a Betito, mi otro nieto que estaba conmigo, que quería decir ese saludo. Me contestó que era "saludo hawaiano" de buena suerte. entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma forma. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.
Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a que templo voy, pero en ese momento  fue cuando vi que la luz estaba verde. Entonces saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé el semáforo.
Después de cruzar, noté que el único auto que había  podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí muy triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por tanto, paré el coche. me bajé, saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui.
Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres.
Besos.
Tu abuela.

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