Un pequeño santuario de Karube Jinja, en Japón, construido en 1678 para necesidades puramente espirituales de la población local, hoy es un destino de peregrinación muy visitado. Esto es debido a que a finales del siglo XVII vieron un sauce llorón que lloraba mas de lo normal y lo asociaron al proceso de las madres de amamantar a sus bebes, así empezaron las mujeres a visitarlo para pedir más leche para darle el pecho a sus hijos. Hoy en día recibe multitud de peregrinos los cuales dejan amuletos y ofrendas en forma de pechos que cuelgan a lo largo de las paredes.
Sorprendente cortometraje donde experimentas en algo más de cinco minutos una serie de sentimientos donde sube y baja el nivel de adrenalina como si se tratara de una montaña rusa mental. Un buen trabajo cinematográfico.